6,5/10
«Tienes 3 segundos para salir del Saloon antes de que te llene de plomo»
Seguimos con la estela de juegos clásicos y volvemos a echar una mirada a la Colección de Videojuegos del 97 y, una vez más, a Dinamic Multimedia, prolífica compañía española que nos regaló juegos tan brillantes como el inolvidable PC Fútbol. Esta vez, el estudio patrio se sumergía en el terreno de los FMV: Full Motion Video. Este sistema se basa en una serie de videos pregrabados sobre los que nosotros tenemos cierto grado de interacción. En este caso, se trataba de una película del Oeste rodada en Tabernas, Almería, cuna de los Spaghetti Western.
Al Oeste del río Pecos, en el condado de Sonora, los hermanos Zorton tienen atemorizados a la población local debido a los constantes saqueos y tiroteos que se suceden en la región. Nosotros llegamos al lugar en medio de este clima de crispación, un Justiciero solitario que se ve inmerso en esta situación. Nada más poner un pie en el pueblo nos reclaman para intentar limpiar la zona de bandidos de la banda de Zorton e intentar capturar a los sanguinarios hermanos. Desde este punto asistimos punto por punto a un Western clásico, con todos y cada uno de sus estereotipos: tiroteos, el saloon, el banco, la mina, el sheriff acobardado…
Jugamos con una película, esto es: Se nos muestra una secuencia de video en la que se presenta el contexto argumental del nivel que vamos a jugar y luego deberemos disparar a los bandidos que vayan saliendo en la pantalla estática. Esto se consigue gracias a pequeños clips de video que se van superponiendo uno a otro para que los bandidos vayan saliendo de su escondite. Si le acertamos al disparar, salta el siguiente clip de video con el siguiente enemigo, si fallamos, morimos y vuelta a empezar. Esto significa que una vez falladas dos o tres veces, podremos aprendernos la secuencia de ataque de los enemigos ya que siempre es la misma. El juego es una serie de tiroteos y duelos de principio a fin, que sólo se ve acompañada por una serie de minijuegos que nos servirán para ir reuniendo los fragmentos del mapa que nos indica la guarida de los Zorton: podremos jugar a las cartas en el Saloon, hacer una repartición de terreno, reunir el ganado… de esta forma podremos ganar dólares esenciales para comprar una munición que escasea durante toda la aventura.
Hablar de gráficos en este juego no es demasiado relevante, ya que se trata de una película. Simplemente podemos hablar de la calidad de los vídeos, que no es muy alta debido a la compresión que sufrieron para que cupieran en un CD. Esto es así porque Los Justicieros es un port de la recreativa Los Hermanos Zorton en calidad LaserDisc, un formato de almacenaje de capacidad superior y que permitía mayor calidad de video. De todas formas, el juego como película no está mal, con buenos momentos de humor, unos entornos bien conseguidos y el abanico de personajes clásicos del género. No faltarán los forajidos, el enterrador, las meretrices/furcias, el sheriff inepto…
El apartado sonoro es correcto, los sonidos de los disparos suenan a lata (sobre todo los nuestros). Sin embargo, las voces 100% castellano y las melodías western hacen que la experiencia sonora sea bastante satisfactoria. Si afinamos un poco, podremos reconocer a alguno de los actores que dan vida a los personajes del videojuego, como por ejemplo al feo de los hermanos Calatrava, haciendo de Jefe Indio. Poco más que apuntar en este apartado.
En definitiva, Los Justicieros no pasa de ser un juego correcto, divertido en sus primeras partidas y gracias a los buenos momentos de humor que aporta pero que a la larga se hace muy repetitivo debido a la encorsetada dinámica en la que se desarrolla. El FMV fue un formato muy utilizado en la época, dando lugar a videojuegos como este, en el que se nos da la oportunidad de formar parte de una película siendo el protagonista. Una historia del Oeste en el que hay malos muy malos que siempre quieren robar el dinero del banco para esconderlo en una cueva. Unos malos muy malos rodeados de un gran número de bandidos, la mayoría con un nivel de inteligencia bastante cuestionable. Unos bandidos que siempre se caen igual y gritan de la misma forma cuando mueren. Esto es, en esencia, un Spaghetti Western.