8/10 «Que tiemblen el Parchís y el Monopoly»
Si por algo se caracteriza nuestro amigo bigotón es por la cantidad de oficios que ha desempeñado en los periodos de tiempo que pasan entre rescate y rescate de la Princesa Peach: conductor de karts, tenista, árbitro de boxeo (Punch-Out!)… Pero como todos, nuestro héroe es también humano y necesita sus descansos. Cuando Mario y sus amigos se retiran a descansar éste es su pasatiempo favorito: Mario Party.
La primera entrega de ésta larga y exitosa saga apareció en 1999 para la plataforma N64. Este título nos presentaba un sistema de juego basado en tableros, como si de un juego de mesa se tratase, en el que nuestro objetivo era tener mas estrellas que cualquier otro adversario para convertirnos en la Super Estrella. Para ello había que comprarlas en una casilla determinada del tablero elegido por 20 monedas, monedas que podían ganarse o perderse en las casillas del tablero y también en los diversos minijuegos. El planteamiento es sencillo: todos tiran su dado, se mueven y dependiendo de la casilla en la que paren desencadenarán diversos efectos, acabando así el turno. Cuando el turno termina se juega un minijuego aleatoriamente y se vuelve a repetir el proceso hasta que se acaben los turnos.
Las melodías son simples y muy diversas, tranquilas para los mapas y más rítmicas y dinámicas para los minijuegos. En esta ocasión, la reutilización de melodías de otros títulos es mínima, casi todas las piezas fueron de nueva composición y muchas de ellas solo aparecieron en este título. Todos los personajes tienen varios clips de sonido propios y únicos.A nivel gráfico el juego nos presentaba una pequeña mejora con respecto a Super Mario 64, con un mejor modelado de los personajes e imágenes 3D sobre fondos 2D muy coloridos y bien montados entre sí. Son reconocibles muchos de los personajes mas notorios de la saga, como los Boo, Koopa Troopas, Goombas y demás enemigos de Mario que aparecen en los distintos escenarios para proponer retos o dar pistas. También en todos los mapas habrá un Toad que nos venderá las estrellas, y Bowser que tratará por todos los medios fastidiarnos, comúnmente estafandonos al vendernos items que no funcionan.
La durabilidad del juego es muy elevada, si bien al conseguir 100 estrellas se puede acceder al mapa final para completar el juego, se puede seguir disfrutando de él durante mucho tiempo si se hace en compañía, ya que una partida casi nunca es igual que la anterior, gracias a la gran cantidad de eventos aleatorios que se pueden dar. Los casi 50 minijuegos de diferentes categorías (4 jugadores, 3vs1, 2vs2, 1 jugador) presentes en el título son de lo más variopinto: podemos echar una carrera de scalextric en un turno, para estar haciendo skateboard sobre un río de lava en el siguiente o jugando a las tragaperras. Todo sea por las monedas.